Recibieron a grandes personajes
Todo una vida de “Huariques”
Algunos cerraron mientras que otros siguen funcionando
Los huariques son lugares que sin mucha pompa , pero con muy amable atención encandilaron a miles de feligreses que encontraron en ellos mucho más que un espacio para conversar. Según el reconocido periodista Eloy Jáuregui, para que un lugar merezca la denominación de "huarique" debía cumplir con cinco requisitos básicos. “Tenía que presentar una buena barra, precios bajos, un mozo cómplice, un dueño complaciente y lo principal, tenía que ser secreto”. Además, la ubicación debía ser estratégica para atraer al público.
En nuestra Lima querida encontramos algunos famosos "huariques" que funcionan desde hace muchos años. Uno de ellos es la Antigua Taberna Queirolo, ubicada en Pueblo Libre, y creada en 1880 como una bodega. El negocio creció a restaurante y luego se convirtió en la taberna que funciona hasta ahora. Entre sus platos principales encontramos las clásicas butifarras acompañadas por vinos y piscos elaborados por ellos.
El bar Queirolo también es muy recordado por su cau cau y tacu tacu mientras que el bar Cordano por las jaranas que armaba. Artistas y periodistas de la talla del “Zambo Cavero” y Chabuca Granda pasaron por ahí. Finalmente, para los amantes de la música criolla existe, desde 1980, la peña Sachún. No hubo artista de este género que no haya pasado por ahí a tocar y jaranear.
Entre los que ya no están, destacamos al bar Zela , el Palermo y el Hueco , los cuales fueron el punto de reunión de innumerables periodistas y profesores . Sin duda, los "huariques" logran fidelizar a sus clientes por el trato familiar y ambiente acogedor que ofrecen. Gracias a ellos muchas personajes expresaron sus más geniales ideas durante una simple y cómoda conversación que con el paso del tiempo se convirtieron en proyectos, lenguajes, historias y negocios.
Todo una vida de “Huariques”
Algunos cerraron mientras que otros siguen funcionando
Los huariques son lugares que sin mucha pompa , pero con muy amable atención encandilaron a miles de feligreses que encontraron en ellos mucho más que un espacio para conversar. Según el reconocido periodista Eloy Jáuregui, para que un lugar merezca la denominación de "huarique" debía cumplir con cinco requisitos básicos. “Tenía que presentar una buena barra, precios bajos, un mozo cómplice, un dueño complaciente y lo principal, tenía que ser secreto”. Además, la ubicación debía ser estratégica para atraer al público.
En nuestra Lima querida encontramos algunos famosos "huariques" que funcionan desde hace muchos años. Uno de ellos es la Antigua Taberna Queirolo, ubicada en Pueblo Libre, y creada en 1880 como una bodega. El negocio creció a restaurante y luego se convirtió en la taberna que funciona hasta ahora. Entre sus platos principales encontramos las clásicas butifarras acompañadas por vinos y piscos elaborados por ellos.
El bar Queirolo también es muy recordado por su cau cau y tacu tacu mientras que el bar Cordano por las jaranas que armaba. Artistas y periodistas de la talla del “Zambo Cavero” y Chabuca Granda pasaron por ahí. Finalmente, para los amantes de la música criolla existe, desde 1980, la peña Sachún. No hubo artista de este género que no haya pasado por ahí a tocar y jaranear.
Entre los que ya no están, destacamos al bar Zela , el Palermo y el Hueco , los cuales fueron el punto de reunión de innumerables periodistas y profesores . Sin duda, los "huariques" logran fidelizar a sus clientes por el trato familiar y ambiente acogedor que ofrecen. Gracias a ellos muchas personajes expresaron sus más geniales ideas durante una simple y cómoda conversación que con el paso del tiempo se convirtieron en proyectos, lenguajes, historias y negocios.
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