Periodista Peruana es acusada de ser espía Rusa
Fue arrestada junto a su esposo en Nueva York
Se encuentra apoyada en el hombro de su esposo, Juan, escribiendo la siguiente columna que publicará apenas termine esta pesadilla. El contenido es un misterio. Probablemente confirme la acusación en su contra, o tal vez, sea el mayor de los motivos para seguir criticando al gobierno estadounidense. Lo cierto es que la periodista peruana Vicky Peláez y su esposo Juan Lázaro se encuentran entre las diez personas acusadas de ser agentes rusos en Estados Unidos.
El pasado domingo fueron arrestados en Yonkers, lugar donde ambos residen, en un suburbio en la ciudad de Nueva York. Según el gobierno americano, la periodista peruana de él El Diaro/La Prensa de Nueva York, recibió un paquete con dinero de un representante del gobierno ruso el 14 de enero del 2000 o en una fecha cercana en un país sudamericano no especificado. Agrega que el 25 de agosto del 2007 o en una fecha cercana, en el parque de una ciudad en un país sudamericano no especificado, agentes encubiertos vieron al esposo recibiendo una bolsa de manos de un agente ruso.
Un agente del FBI explicó en una entrevista porqué llegó a estas conclusiones. Al ser interrogado sobre el encuentro de Lázaro con el agente respondió:
“Creo que en este encuentro un funcionario del gobierno ruso le dio dinero a Lázaro en recompensa por su labor para Rusia”
Acto seguido, se le preguntó cómo llega a esa conclusión y el entrevistado respondió:
“Lázaro tenía problemas financieros antes del viaje y “apenas días después de regresar … pagó casi 8.000 dólares en impuestos que debía”.
Diversos personajes de nuestro medio se han manifestado con respecto a este lamentable hecho. El internacionalista Luis Solari, la defiende al explicar que para que haya espionaje Vicky debió estar dentro del aparato estatal y eso no ocurrió. Asimismo, su ex compañera en el noticiero de Frecuencia Latina, Mónica Chang, argumentó que se trata de una excelente reportera y califica su detención como exagerada, ya que asume que se trata de una represalia ante su vinculación con la izquierda y por el fuerte periodismo que ejercía por medio de su columna en el periódico local. Finalmente, sus familiares creen que se trata de una persecución política y su madre ruega que no le hagan daño.
“Voy a dar la vida, si quieren matarme que lo hagan, pero no le hagan daño a mi hija, menos por falsedades y mentiras. Me quedaré sin casa, hasta calata, pero contrataré a un abogado que la defienda”, añadió su madre.
Estamos ante un hecho de varias aristas a favor y en contra de los acusados. Lavado de dinero, espionaje , y una supuesta vinculación el MRTA de los años noventa juegan en su contra . Testimonios familiares, falta de pruebas y un extraño secuestro en su contra por parte del MRTA juegan a su favor. Lo cierto es que la película de Peláez recién empieza y no avizora un buen final.